Colombia, tras las huella de 5.000 niños NN
Medicina Legal y el Icbf se aliaron para identificar a menores sepultados como NN desde 1970.
La traen en una caja de cartón, blanca, de 70 centímetros de larga y 50 de alta. Ahí está la niña sin nombre, o lo que queda de ella. La edad calculada: 16 años.
Laura Polo, antropóloga forense del Instituto Nacional de Medicina Legal, destapa la caja y empieza a extraer los huesos, tostados y curtidos, comenzando por el cráneo, en el que se observa claramente un orificio redondo en el lado derecho de la frente. Un disparo.
Sigue con la clavícula y el húmero, la pelvis, la hilera de costillas afiladas, y muestra cómo la adolescente dueña de esos restos fue desmembrada al nivel de las epífisis o articulaciones (los codos, las rodillas, los tobillos), tal vez, instantes después de que le reventaran la cabeza de un balazo. No se sabe con qué herramienta. Pudo ser una motosierra, dice la experta. El desmembramiento –añade- ocurre con la clara intención de ocultar evidencia.
También saca la única pertenencia con la que la encontraron: un pantalón de sudadera azul convertido en una maraña de raíces, hojas y tierra podrida.
Según el reporte que Medicina Legal tiene de este cadáver, corresponde a una joven de 16 años que pertenecía a un grupo paramilitar. De ella solo se tiene un supuesto alias. No se sabe su nombre real, de dónde viene ni quiénes son esos padres que aún deben estar llorando a una hija desaparecida y esperando a que vuelva… algún día.
Un desvinculado de esa organización, ahora sometido a la Ley de Justicia y Paz, fue quien dio las indicaciones del lugar donde la sepultaron –un potrero cualquiera en el departamento del Meta-, después de ajusticiarla, en el 2011. No dio más detalles.
“Este es un proceso que, por más técnico o científico que sea, siempre es muy doloroso. Es ver la realidad del país reflejada, en este caso, en los niños”, considera la doctora Polo, quien participa en una iniciativa sin precedentes en Colombia: la identificación de los restos óseos de cerca de 5.000 menores de edad que llegaron a Medicina Legal después de morir en condiciones violentas, en el marco del conflicto armado: víctimas de reclutamiento forzado –como la niña sin nombre y sin dolientes a la que arman hueso a hueso sobre una mesa de acero-, secuestrados o desplazados por la violencia.
Pero también niños perdidos o desaparecidos que terminaron muertos, víctimas de violencia intrafamiliar o de casos como el de Luis Alfredo Garavito, quien confesó haber asesinado a más de 170 niños y de los cuales aún falta que aparezcan unos 20.
Esta ambiciosa estrategia es producto de una alianza entre Medicina Legal y el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf), que busca reconstruir memoria histórica sobre lo que sucedió con los niños que terminaron enterrados como cadáveres no identificados en cementerios municipales de todo el país, al igual que en fosas comunes y en tumbas clandestinas. En cualquier potrero. El objetivo es conocer a ciencia cierta quiénes eran –con nombres y apellidos -, quién los mató, cuándo y por qué. Leer en esos huesos los rastros de la vida y la muerte.
Un proceso complejo y doloroso
Carlos Eduardo Valdés, director general de Medicina Legal, reconoce que se trata de un proceso complejo y muy doloroso, pero necesario para dignificar a esos niños asesinados, y para que sus padres y familiares sepan la verdad y puedan, por fin, hacerles el duelo.
Pero lo más importante, opina Valdés, es que este proyecto ayudará a construir la paz en el país. “Si no se sabe la verdad sobre lo que pasó con esos niños, no habrá paz en Colombia. El duelo es fundamental para la reparación. Nunca va a haber perdón sino se conoce la verdad”, sigue el funcionario al explicar el origen de los cerca de 5.000 cadáveres infantiles que serán estudiados.
Hace dos años, gracias a un convenio con la Registraduría, se estudiaron 22 mil tarjetas decadactilares (huellas de los dedos) de 22 mil cadáveres sin identificar que han pasado por Medicina Legal desde 1970 y a los cuales se les practicaron autopsias.
De esos, a 10.200 se les estableció nombres y apellidos, y de estos unos 4.500 corresponden a menores de edad que, al igual que el resto de cadáveres, fueron enterrados como NN por medio de inhumación estatal porque, entonces, se desconocían sus identidades y nadie los reclamó. Se guardaron durante algunos meses en neveras, pero según Valdés, este fenómeno ha desbordado la capacidad de almacenamiento en Medicina Legal y por eso los mandaron a enterrar, por cuenta del Estado.
“Los restos de estos niños fueron sepultados en cementerios de todo el país, pero no sabemos en qué preciso lugar de esos cementerios. A los llamados NN los han enterrado en cualquier sitio porque no pagan en los cementerios, porque nadie los visita”, afirma Valdés y cuenta que lo primero que harán es un inventario nacional de cementerios para ubicar los restos de estos 4.500 niños, con el apoyo de la Policía y la Fiscalía.
Y cuando los vayan rescatando –con los códigos con los que fueron enterrados y con la identidad obtenida gracias al convenio con la Registraduría- cruzarán la información con las 19.000 denuncias de niños desaparecidos que reposan en Medicina Legal desde 1970, para ubicar a sus familias.
Esa labor –buscar, escarbar, desenterrar esos restos y entregárselos a sus familiares- puede tardar varios años. Pero Valdés afirma que todo el esfuerzo y el tiempo valdrán la pena: por la dignidad de esos cadáveres, que “no son bolsas de huesos sino personas” y por los familiares que nunca supieron qué pasó con sus hijos perdidos y que los siguen buscando vivos o muertos.
Los otros 500 restos óseos (para completar los cerca de 5.000 de los que habla el proyecto) corresponden a menores de edad que han sido rescatados en fosas comunes dentro del proceso de Justicia y Paz durante los últimos tres años, y que ya están en poder de Medicina Legal. Esos 500 cuerpos, de los que no se tiene ninguna información, serán los primeros a los que se les realizarán perfiles genéticos
Las familias, pieza clave en la búsqueda
Adriana González, directora encargada del Bienestar Familiar, considera que se trata de un proceso histórico que se realizará desde las entrañas de la violencia que han sufrido miles de niños en Colombia.
“Queremos hacer visible lo que pasó con estos niños para hacer verdad histórica y para cerrar las brechas de dolor con las familias que siguen esperando saber qué pasó con sus hijos desaparecidos”, comenta González. Para el primer año de este proyecto –añade- el Icbf dispuso de 900 millones de pesos.
Y mientras Medicina Legal comienza a realizar los perfiles genéticos a través de sus médicos, antropólogos y odontólogos forenses, el Icbf se encargará un tema muy sensible: convocar a los padres de niños desaparecidos para que permitan que se les tome una muestra biológica (sangre) con el fin de hacer los cruces de ADN.
Esta convocatoria será anunciada en los próximos meses. Y los padres que quieran participar recibirán acompañamiento psicosocial durante el proceso.
“Las familias de desaparecidos, sobre todo de niños, siempre van a guardar la esperanza de que algún día regresen con vida. Pero lo que más les interesa es conocer la verdad, por más dura y dolorosa que sea”, dice González y aclara que si estos niños murieron, como víctimas del conflicto armado, sus padres podrán recibir reparación por parte del Estado que incluye una indemnización económica.
Pedro Emilio Morales, subdirector de Servicios Forenses de Medicina Legal y otro de los abanderados de este proyecto, explica que la mayoría de restos infantiles corresponden a niños campesinos y de las goteras de zonas urbanas de los Llanos orientales, Antioquia, Córdoba y Chocó.
Morales también aclara que esta investigación se realizará mediante métodos científicos avalados internacionalmente, con el fin de garantizar la precisión de los resultados. “Hay muchos casos en los que se entregan los restos y las familias dicen: no, ese no es mi hijo”, comenta Morales. Por eso advierte que es muy posible que, producto de este estudio, a los padres se les entreguen los restos de un adulto. “Una cosa es que el niño se haya desaparecido siendo niño, y otra, que lo hayan asesinado siendo adulto”.
Jairo Vivas, coordinador nacional de Patología Forense de Medicina Legal, recibe una caja blanca de 70 centímetros de larga y 50 de alta con los restos de un joven sin nombre. De entrada reconoce que es un menor de edad, por la forma de los huesos, que no han terminado de fundirse. Por ejemplo, la cabeza del fémur está aún separada. En los adultos, es una sola estructura.
Sobre una mesa de madera y acero empieza a armar el esqueleto. Intenta extraer el cráneo, pero está destrozado, en decenas de pedacitos, como cáscaras de un huevo que se le riegan en las manos. Es imposible armarlo.
Revisa los documentos y lo único que se sabe es que, al parecer, era un joven subversivo a quien mataron con un infalible y demoledor tiro de fusil. La edad: 16 años, igual que la niña sin nombre del comienzo de esta historia. Dos niños reclutados y asesinados, enterrados sin nombre ni dolientes: ella paramilitar; él, guerrillero.
Si todo les sale bien a Medicina Legal y al Icbf, las cajas de huesos de ambos terminarán en una tumba con flores, con sus nombres, y los padres de estos niños perdidos al menos podrán saber que ellos descansan en paz.
‘Nunca he podido hacerle el duelo a mi niño perdido’
Eran las 4:00 de la tarde del 26 de agosto de 1983 y en la casa, en el barrio Cuba, de Pereira, todos estaban viendo El Chavo del Ocho. A esa hora sonó el timbre. Era un niño que venía a pedir permiso para que a Wilson lo dejaran salir un rato, a jugar en la calle. Blanca Pérez, la madre, aprobó con la condición de que no se demorara y de que no fuera tan lejos. Wilson, de ocho años, nunca volvió.
Cayó la noche y la mujer empezó a llenarse de angustia. Todos en la familia salieron a buscarlo –en las calles, parques, en las tiendas- y al día siguiente pusieron el denuncio en la Fiscalía. Del niño que fue invitar a Wilson a jugar tampoco se supo. El único que lo vio fue el abuelo, quien le abrió la puerta, y contó que nunca lo había visto.
Transcurrieron cinco días hasta que, en la radio, Blanca escuchó una terrible noticia: en el anfiteatro del hospital de Pereira tenían el cuerpo de un niño. Sí, podía ser Wilson. Podía.
Cuando llegó a hacer el reconocimiento le dijeron que el cadáver ya estaba en el cementerio, y al llegar allí se encontró con que ya lo habían sepultado porque nadie lo había reconocido.
Pidió que lo desenterraran. Lo habían arrojado a una fosa, así como estaba, sin ataúd. Sin ropa. Lo que vio fue un cuerpo con bastantes días de descomposición –tal vez muchos- del que podría ser su hijo: con el rostro desfigurado –como si lo hubieran quemado con ácido, dice- sin pelo y con las piernas y brazos despellejados. Fue imposible reconocerlo.
“Mi intuición siempre me ha dicho que ese no era el niño mío. Siempre he cargado con esa duda en el alma”, cuenta Blanca casi 30 años después de ese episodio. Sin embargo, por sugerencia de una juez, afirma, tuvo que reconocer que ese sí era su hijo para poder inculpar a un hombre –al que ella califica como su enemigo- y a quien responsabilizaban, además, de haber asesinado a su esposa.
“Era un hombre que me perseguía. Una vez me dijo que si no me iba a vivir con él, me mataba o me hacía algo”, comenta Blanca, madre de otros dos hijos y quien a sus 57 años se gana la vida como empleada doméstica, y añade que al sujeto lo metieron a la cárcel durante 14 años, por varios delitos, pero nunca por la muerte de su hijo. Eso nunca se le comprobó. Tampoco se le hicieron pruebas de ADN al cadáver ni hubo una investigación formal.
Blanca le puso una tumba al cuerpo de ese niño, con el nombre de Wilson, pese a que su corazón le decía (y le sigue diciendo) que no es Wilson.
“Yo no hablo de esto, porque me duele mucho. He pensado, y le he dicho a mis otros dos hijos, que no pierdo la esperanza de que Wilson esté vivo. ¿Qué tal que aparezca un día de estos?”, narra la mujer y reconoce que su vida ha sido una gran incertidumbre porque nunca ha podido hacer un duelo.
Por eso está dispuesta a aportar una prueba de sangre para que cotejen con ese niño al que enterró, o tal vez con otros. “Yo quiero saber la verdad, por dura que sea”.
Marina perdió a su niña hace 37 años
Ni una foto. Nada.
Lo único que conserva de su hija, de seis años, es esa imagen que se le quedó congelada en la retina: la niña parada en la puerta de la casa de su hermano, en la vereda La Violeta, de Chinchiná (Caldas), con la mirada triste, sentada sobre un pastal.
Marina Chavarro tuvo que dejar a su pequeña Nancy al cuidado de su hermano. Su esposo la había abandonado y esta humilde campesina debía trabajar para mantener a sus tres hijos, de los cuales, Nancy era la mayor. Corría el año de 1976. No recuerda la fecha.
“Me fui para Alvarado (Tolima) a trabajar en casas de familia y restaurantes. Mi hermano me dijo que le dejara a la niña, que él la cuidaba y la ponía a estudiar”, recuerda la mujer.
A los tres meses regresó con varios regalos para la niña: ropa y zapatos, una muñeca, y con la ilusión de volver a verla. Pero al tocar la puerta de la casa de su hermano se encontró con una noticia que le acuchilló el corazón: a la niña se la llevaron.
“Lo que me dijo mi hermano es que llegaron unos hombres uniformados y armados y le dijeron que necesitaban la niña y que se la iban a llevar, y se la llevaron. Él no pudo hacer nada y tiempo después lo mataron en una tienda”, dice.
Marina, desesperada, empezó a buscarla: en Chinchiná y también en Manzanares, donde la había bautizado, e incluso en Manizales. Preguntaba de casa a en casa, en la policía. Nadie le dio razón. En esa búsqueda pasó casi un año. “Fue como si se la hubiera tragado la tierra”.
Andando de pueblo en pueblo, lamenta, le robaron la caja en la que guardaba la ropa y la única foto de la niña. “Ella era blanquita, de pelo castañito, de ojos claros, más bien como gordita y tenía el pelo cortico”.
Con el dolor de desconocer la suerte de su hija (se preguntaba si la estaban tratando bien, si estaba pasando hambre, cómo estaría de triste lejos de su familia), tuvo que seguir trabajando para sacar adelante a los otros dos niños.
Y así han transcurrido 37 años. Hoy, Nancy tendría 43 y ella no se resigna a la idea de volver a verla. Alberga la esperanza de que esté viva.
“Usted no se imagina lo que ha sido vivir así, pensando todo el tiempo en mi niña perdida. Desde que se me la llevaron mi vida no tiene sentido”.
Marina tiene un sueño recurrente con Nancy. “Sueño con ella, como vestida de ropa blanca, y barriendo con una escoba. Mi vida ha sido una pesadilla. Ojalá no me muera sin saber qué fue lo que pasó con mi hija”.
José Alberto Mojica Patiño
Redactor de EL TIEMPO
Redactor de EL TIEMPO
Es tan triste saber hasta dónde han llegado las personas de todo el mundo y de Colombia respecto a el trato que se les da a muchos niños lo más doloroso es que la mayoría de casos en los que muchos niños mueren son todos solo por problemas de los padres o de un pasado que llevo a malas intenciones y la verdad es que el niño no tiene la culpa de los errores o de algunos sentimientos de rabia fuertes que los adultos puedan a llegar a tener entre ellos, es inexplicable saber que aproximadamente existen 19.000 denuncias de niños desaparecidos y es una cuenta de hace muchos años ahora hay que ponernos a pensar lo que ha sucedido hasta hoy y vemos el maltrato y la forma tan sádica en que muchas personas asesinan sus propios hijos por simplemente no poder dar una buena vida o no poder vivir en paz el caso es que no tiene nada de hermoso saber que el día de mañana podamos ser muchos de los padres desesperados por encontrar sus hijos que han sido raptados a la fuerza y masacrados por enfermos mentales, aún aguarda la esperanza de muchas madres con el fin de que se pueda saber así sea la cruda realidad del problema por más dolorosa que sea porque ni siquiera se sabe dónde están los cuerpos de algunos niños.
ResponderEliminarEsta noticia tiene un buen punto de vista al mostrarnos la realidad por la que muchas personas están hoy en día sufriendo y es lo que no llega a generar paz en el mundo y en Colombia germinando la semilla del mal y la venganza de muchas personas ante la triste verdad que lleva a la muerte.
Un niño es maltratado o sufre abusos cuando su salud física y su seguridad o su bienestar psicológico se hallan en peligro por las acciones infligidas por sus padres o por las personas que tienen encomendado su cuidado. Es realmente desmotivador saber que existe un número tan grande de niños desaparecidos y de quienes sus padres no saben nada al respecto desde años atrás. Aquellos niños que posiblemente ya no existan y sus padres sigan con la esperanza de encontrarlos algún día.
ResponderEliminarLa cantidad de problemas sociales en nuestro país son bastantes. El maltrato infantil constituye un tema de interés creciente, lo que ha motivado el surgimiento de diversas iniciativas en ámbitos diversos, que incluyen aspectos legales, sociales, médicos y demás intentando brindar soluciones a estas desmesuradas cifras. Es triste ver la realidad del país reflejada en este tipo de noticias. Pero es muy importante resaltar el trabajo que se están tomando Medicina Legal y el Icbf para buscar, escarbar, desenterrar esos restos y entregárselos a sus familiares para que al menos puedan saber lo que sucedió con sus hijos.
Creo que con esta noticia se puede reflexionar, pues estamos en una época donde no se cuida lo suficiente a los niños, donde dejamos fácilmente que algo les suceda. Y nosotros que lo tenemos todo, que tenemos la oportunidad de estar con quienes queremos, aprendiendo y mejorando para un futuro, no somos agradecidos con eso.
Esta clase de noticias lo pone a uno a pensar lo afortunados y bendecidos que hemos sido nosotros los niños y niñas que tenemos unos padres que nos han protegido y nos han cuidado, porque ver la cantidad de niños que han desaparecido sin saber nada de ellos, y lo peor de todo es el dolor, las torturas los maltratos y las humillaciones que seguramente tienen que sufrir estos niños perdidos o raptados y que luego hasta son asesinados y nadie saben dónde quedan estos cuerpos, y los padres con el dolor más grande esperando su regreso.
ResponderEliminarLo negativo es que cada vez mas son los niños utilizados por los adultos en la violencia o en la delincuencia y lo que hace esto es alejarlos de sus familias, o que algunos padres no les interesa el cuidado de sus hijos ni su futuro y no hacen nada por evitar que se pierdan en la mala vida, y desde aquí es donde se inicia la perdida de esos niños y las consecuencias que se están dando ahora con estos casos que vemos en la publicación.
Lo positivo de esta noticia es que por lo menos en este país ya se está haciendo algo por aliviar el dolor de esas familias tratando de identificar a los cadáveres de estos niños encontrados lo que será en algo como una recompensa por tantos años de espera de estos padres, y también un gesto de paz y reconciliación con esta población,
Con respecto a lo anterior podemos afirmar que un menor de edad se ve sometido a varias cosas por causa de su propio destino, una de ella y que desafortunadamente es así, me refiero al maltrato infantil que asecha con tono a su alrededor, lo niños incapaces de defenderse son aquellos que quizá sufren mas cosas y que no tienen derecho a haber sufrido aquel episodio, debido a varias investigaciones se considera que de un 25 a 50% de los niños son maltratados físicamente y que una cifra considerable puede terminar en desgracia y que tal cosa, desemboca a la tan alta cantidad de niños NN en el transcurrir de los años que por lo contrario debería haber bajado esa cifra, pero le podemos atribuir un punto a favor del proyecto que se esta llevando a cabo ya que terminaría con la angustia de familias que aun no saben que les sucedió a sus hijo pero que ha su vez van a tener un tristeza, pero eso es mas tranquilo que del no saber nada
ResponderEliminarFRANCY ROCIO CUSPOCA CABRA
Es lamentable saber que en alguna parte del mundo hay muchos niños desaparecidos …. Lo peor de esto es que la mayoría tal vez estén muertos y los que quedan los estén torturando o masacrando hasta lograr su muerte. Es triste saber que sus padres y familiares no los han visto por años y todavía tienen esa esperanza de volverlos a ver para brindarles amor, ternura y todas las cosas que ellos necesiten.
ResponderEliminarAquí nos damos cuenta que nosotros los que no estamos en este tipo de situaciones dolorosas estamos bendecidos por Dios, porque tenemos un hogar, una maravillosa familia y nos dan todo lo que necesitemos, sin embargo muchas veces no aprovechamos la oportunidad de tener a una madre y un padre a nuestro lado para que nos brinden su apoyo en todas las decisiones que tomemos.
No me imagino el dolor que deben sentir los niños, niñas y adolescentes que están en estas situaciones tristes, querer tener una mama a la cual darle un abrazo todos los días, no tener la oportunidad de ir a un colegio, en pocas palabras no tener una vida normal, al contrario en vez de tener una vida feliz, llena de amor, ternura etc, tienen una vida triste y llena de sufrimientos.
El degenera miento de la sociedad y la falta de cultura, conciencia y responsabilidad de los padres o las personas encargadas de los niños, para que no hubiesen estos problemas sociales deberían ponerle más atención a los niños, las amistades que tienen, y de toda la gente que los rodea.
Cabe resaltar la labor de las entidades encargadas del bienestar y protección de los niños, para investigar y estudiar los casos tan tristes y dolorosos por los cuales pasan ellos y sus familiares en nuestro país, para según su labor poder castigar a la (s) personas culpables de semejante hecho tan doloroso. Los niños no tienen la culpa de ser maltratados física y psicológicamente por los adultos, ya que ellos deben ser merecedores de un buen hogar donde desde pequeños vivan con sus padres buenos principios y valores. En la mayoría de casos estos maltratos se presentan por la falta de responsabilidad de los padres, hay casos que los niños nacen sin ser fruto del amor de sus padres, como hay otros que nacen pero con el pasar del tiempo sus padres se ocupan más en su trabajo y pierden la dedicación a ellos, la cual los vuelve independientes hasta separar el hogar, y cabe resaltar el caso de los campesinos quienes tiene a sus hijos brindándoles cariño y afecto, pero no tienen la culpa que fuerzas al margen de la ley llegue y se los arrebaten, para convertirlos como uno de ellos. Esas personas que cometen que comenten estos casos tan dolorosos son personas que no tiene un corazón, ni mente para pensar el daño que hacen a las familias de estos niños, son personas que no tienen temor a las cosas de Dios, o en algunos casos tuvieron un pasado doloroso y buscan la manera de vengarse o conseguir satisfacción cometiendo estos crímenes, en seres tan indefensos como son los niños.
ResponderEliminarNo se justifica que en muchos casos de estos hayan quedado en la impunidad, y otros no paguen el castigo que debe ser. Esto cambiaria si fuésemos más inteligentes y pensáramos las decisiones que vamos a tomar para que en un futuro sea el bienestar de todos, ya que LOS NIÑOS SON Y SERAN EL FUTURO DE NUESTRO PAIS.
lastimosamente miles de niños inocentes han tenido que pagar las duras consecuencias de una guerra que no nos trae nada mas que dolor y tristeza, estos niños victimas de las garras de lo inhumano han tenido que pagarlo muy caro y ademas sus familiares han sufrido con ellos por no saber de su paradero, por desconocer si viven o no, o quizá si están vivos tienen la incertidumbre si han vivido bien o no, lastimosamente a muchos de estos niños se le has puesto como N.N lo cual es aun mas trágico.
ResponderEliminaralgo positivo es que se esté intentando hacer justicia con estos pobres niños, al intentar identificarlos e intentar ayudar a tantas familias dolidas y perdidas en el mundo del dolor y del remordimiento, esta labor aunque desgarradora es buena para que la incertidumbre de tantas familias desaparezca.
Noticia realmente triste y alarmante. No solo resulta realmente trágico todas aquellas muertes de las cuales fueron víctimas muchísimos niños menores de edad. También es trágico el momento de pánico, angustia, temor e impotencia por el que pasan los padres de estos jóvenes y personas fallecidas o desaparecidas sin razón alguna.
ResponderEliminarSolo el tiempo se encargará de desenmascarar a todos aquellos asesinos infrahumanos que atentaron contra la vida de un pobre ser que no tendría la culpa de nada para que le hicieran eso. Es muy cierto que el proceso para poder conseguir tal propósito se demorará mucho ya que como hemos podido observar en la televisión, aunque fuera un momento, hemos visto casos en CSI, NCIS, Bones o Criminal minds, en los cuales tratan casos de rastros de personas mediante sus huesos o alguna otra pista que dé con el paradero de los asesinos y la identidad del ser fallecido; lo anterior expresado denota que esta personas tardan su debido tiempo manejando un caso (y con toda la tecnología hasta ahora vista), por lo menos un día para cerrar el caso; ahora bien, si vemos la cantidad de casos que hay que analizar y haciendo cálculos rápidos, estos forenses tardarían por lo menos unos 15 años en terminar de analizar los cuerpos hallados.
El aspecto más positivo de esta noticia es que los padres de las víctimas sabrán -después de mucho tiempo- la razón de la desaparición y muerte de sus familiares.
Positivo: Es de gran importancia la alianza que tiene el instituto de Medicina Legal, el ICBF y la Registraduria, puesto que juntos aclararan la desaparición de muchos menores de edad, que han sido enterrados en fosas comunes sin saber su nombre y su apellido, y de esta manera, acabar con la incertidumbre de sus familias, de saber donde estaban sus hijos.
ResponderEliminarEs de gran importancia que estos cuerpos sean reconocidos, para determinar como fue que violentamente fallecieron.
Negativo: Es muy triste saber que estos pequeños indefensos, tengan un final tan doloroso por la inseguridad que presenta nuestro país.
Que tristeza saber que la inseguridad de nuestro país traiga estas terribles y dolosas consecuencias.
Es triste, y decepcionante a la vez, que a pesar de todos los esfuerzos que hace nuestro país, para proteger a los niños, a nosotros, cosas como estas sigan sucediendo diariamente. En su gran mayoría, los niños son directamente victimas del conflicto armado, mientras que otras veces, hacen con ellos, "lo que se les antoja", por decirlo así, como si fueran cosas, juguetes, y no tienen presente, que también son seres humanos.
ResponderEliminarEste articulo, puede ser alentador para muchas personas, en especial para aquellos que tienen aun esperanzas de encontrar a sus hijos(as).
Excelente, la labor que esta adelantando Medicina Legal y el Icbf, en cuanto al identificar plenamente quienes son estos 5.000 niños NN, pues es un gran avance, no solo para el país, en materia de investigación y ciencia, sino para aquellas familias que tienen un familiar desaparecido, y desean saber que ha pasado con el o ella, en que estado se encuentran, en donde deben estar... pues el simple hecho de acabar con la incertidumbre, del paradero de su niño, debe ser muy aliviante, ademas de doloroso para ellos, pues ya se acabaría esa espera tan angustiosa.
Recordemos, que el niño, los niños, son la continuidad del hombre en la tierra, y de los seres mas indefensos a nuestro alrededor. Este articulo, al igual que muchos otros, nos impulsa a elevar nuestras voces, para buscar proteger a la niñez, pues estos son el futuro de este país, y si cosas como estas siguen sucediendo, ¿Que esperamos?
Desgarrador acontecimiento,¡Vaya! petrificante noticia,y no solo estas historias quedan marcadas en nuestros corazones, yo digo... si para nosotros es impactante como sera para estas madres,es muy duro y seria muy difícil entenderlas o estar en posición suya bastante aterrador... habrán sin numero de hechos igual y hasta peores, saber que son niños es lo mas doloroso, muertes a causa de una violencia absoluta.
ResponderEliminarcomo anteriormente mencionan. Procesos como estos son bastante demorados hay que tener en cuenta que el único material son restos de quien un día jugó en un parque y quien luego fue estrujado brutalmente, siendo victima del secuestro, quien sabe si hasta torturado violado y obviamente mas tarde asesinado de la peor manera para quedar casi que imposible buscar al culpable de ello a este insensible,a este criminal sin compasión.
solo Dios y el tiempo sanara heridas y mediante procesos avanzados lograran por lo menos identificar los nombres y las familias de estos desafortunados niños "N.n" victimas de lo mas letal que puede existir.
La violencia es un fenómeno mundial que tiene sus orígenes desde los comienzos de la existencia del hombre. En este sentido, todo ser humano es susceptible al maltrato; pero existen grupos con alta vulnerabilidad hacia esta situación como son los menores de edad. En la actualidad uno de los problemas más graves, tanto en el ámbito mundial, como en Colombia, independientemente de las culturas, clases sociales, niveles educativos, ingresos y origen étnico, lo es el maltrato de menores por parte de sus padres o personas encargadas.
ResponderEliminarPor la problemática generada desde esta práctica contra los niños, los trabajadores de salud son tal vez quienes más han detectado y estudiado las alteraciones del estado de salud y calidad de vida consecuente con la misma. A partir de lo descrito se ha demostrado que el maltrato infantil es motivo de preocupación para la población en general por la responsabilidad social frente a los derechos humanos del niño y el impacto negativo significante que acarrea sobre el desarrollo en las diversas esferas de los niños, sus familias y la sociedad en general.
Es lamentable que mueran tantos niños y no se sepan quienes sean, sus familias guardando una esperanza pensando que algún día volverán; mi familia vivió una situación igual como esta tan solo que lograron encontrar el cadáver de mi prima
ResponderEliminaren un potrero casi descompuesta por los días que llevaba allí y sin algunas partes de su cuerpo; no se como en este país los que a veces pagan los errores de los grandes somos los niños con la violencia que se encuentran ya sea asesinándolos o secuestrándolos,etc...
La idea de que estén haciendo esto es muy bueno ya que se le dara cristiana sepultura a todos estos jóvenes que lastimosamente fallecieron por razones injustas.
Francamente me quedo perplejo ante tal situación, y más aun sabiendo que en Colombia esto es un realidad muy lamentable, el simple hecho de que se desconozca sobre estos niños, es un atrocidad, es como si nunca fueran existido, y que por razones diversas pagan las penas de las personas sin corazón y sin escrúpulos,
ResponderEliminarPor otra parte me parece verdaderamente positivo que se propongan este gran reto institucional, además una línea de tiempo bastante amplia por todo lo que sucede en nuestro país, por tal motivo los felicito por el gran esfuerzo que han hecho.
Colombia es un país que se a visto muy afectado por la violencia, pero es realmente decepcionante el hecho de que 5000 niños hayan muerto y hayan sido enterrados sin saber quienes son y peor aun sin que las familias no sepan que tal vez uno de sus seres queridos haya muerto sin que nadie hubiese tenido el mínimo de conocimiento.
ResponderEliminarLa violencia contra los menores de edad ya debe empezar a disminuir, ya que los niños son los mas vulnerables en cuanto a la violencia y es injusto que aprovechen esta vulnerabilidad para acabar con vidas inocentes que hasta ahora empiezan a florecer.
Creo que es momento de decir NO mas violencia contra los menores, ya que nosotros somos el futuro del país.
Opino que es para reflexionar y analizar todo lo que nuestros padres hacen para vernos felices y que no suframos ni que estemos expuestos a muchos peligros que hay en la calle y en el país. Es muy importante sentirnos afortunados de pertenecer a unas familias que aprecian lo que somos y que nos protegen muy bien para que algún día seamos buenas personas y no tener que sufrir tantos problemas que muchas personas viven porque hay mucha violencia.
Es muy lamentable que a niños indefensos como estos mueran de una forma tan inhumana y que no tengan la posibilidad de que almenos tengan un sepelio digno y tambien el sufrimiento diario de sus padres quienes pasan dia y noche pensando en aquel hijo que le robaron y que tal ves nunca volveran a abrazar.
ResponderEliminarEstos hechos no se viven solo en Colombia, esto es una problematica mundial, pienso que siempre se ha agredido mas al menor de edad pues el es mas sensible, fragil y no se puede protejer.
Es muy bueno que el entidades del Gobierno quieran investigar y dar por finalizada la triste historia de mas de 5.000 niños NN, hablar con sus padres y acabar con su dolor y angustia.
Noticias como esta nos motivan a luchar por dar paz a estos niños y aunque nos falte mucho para llegar a ser una voz significativa entre tantas, luchar por defender los derechos de estos niños que no son apoyados y además son maltratados hasta ser asesinados como lo han sido los N´N. Desafortunadamente hemos tenido que llegar a esta cifra alarmante y más altas para preocupar a el gobierno colombiano y normalmente el exterior que se ha preocupado por esta situación.
ResponderEliminarLos niños N´N son el resultado de las investigaciones incompletas de medicina legal, es triste, pero no lo podemos manejar y lo único que en este momento podemos hacer es defenderlos.
Aspecto positivo.
ResponderEliminarEs interesante cuántos niños han sido desaparecidos y aun más sorprendente la cifra sin saber a estas alturas de la vida donde están, esto a causa de la violencia en Colombia y de la inseguridad de nuestro país. Por otra parte tenemos el interés que hoy en día está prestando el estado a tan alarmante cifra haciendo que entidades como el ICBF y Medicina Legal, busquen a aquellos niños de quienes no se tiene rastro, ya que hay muchas familias detrás de estos niños quienes no tuvieron la culpa de haber nacido en un país y una sociedad como la nuestra, muchos sin siquiera haber comenzado a vivir de verdad y muchos a causa del maltrato y el abuso.
Aspecto negativo.
Como puede ser posible que hayan tantos niños no identificados, tantos niños que por situaciones de la vida hayan desaparecido sin dejar rastro, sin sus familias saber qué es lo que les ha pasado ni dónde han ido a parar ni siquiera si están vivos o muertos, esto es causa de la violencia y la inseguridad Colombiana, a pesar de tener un ejército y un cuerpo armado tan grande no tenemos como controlar la guerra por una simple razón porque entre mas estemos preparados ante la violencia más violencia habrá. Porque habrá gente tan malvada que sea capaz de abusar o violentar a un niño que posiblemente no conoce en si lo que es vivir que todavía no ha dado frente a la vida o que todavía no ha madurado, porque hay personas de esta actitud y porque la ley no los castiga como debe ser, como por ejemplo Garavito quien masacro, abuso y violento a mas de 170 niños de los cuales 40 aun no se han encontrado y aun así hoy en día está libre en las calles, siendo supuestamente religioso.
Es muy triste saber lo que esta pasando en Colombia, se esta rompiendo un derecho muy importante, este derecho es el de poder tener un nombre.
ResponderEliminarSolo intentemos ponernos en los zapatos de estos niños y sintamos que seriamos en este momento, imaginémonos que nos estemos graduando y que nos entreguen un diploma,y que diga: Diploma otorgado a:___________________ y halla un espacio en blanco, sintamos lo duro que debe ser eso, es como no ser nadie.
Y para nosotros ya es tan normal tener un nombre, que nunca nos ponemos a pensar en los que no lo tienen. Yo dudo que alguno de nosotros hallamos pedido de navidad o de cumpleaños un nombre.
Esta es una cruel realidad que se vive en el país y por la cual nunca nos ponemos a pensar o a intentar hacer un cambio.
Y pienso que el estado debería tomar mas medidas con estas duras cifras que deben tener a miles de niños tristes y deprimidos.