Un mal sucesor
Por Antonio Caballero
OPINIÓNMaduro es un hombre débil, y en el último mes ha revelado además ser incapaz. Y por incapaz y por débil es un hombre peligroso
Autor: León Darío Peláez / Semana
En su cumbre de emergencia de Lima los jefes de Estado de Unasur respaldan al presidente electo de Venezuela Nicolás Maduro. Pero en Caracas los seguidores de Henrique Capriles todavía protestan contra el conteo electoral a la hora en que escribo esto. Bochinche, como decía el precursor Francisco de Miranda que es lo que saben hacer los venezolanos. Aunque a veces, como aquella, hayan pasado del bochinche a la guerra a muerte.
La culpa del desorden es de Hugo Chávez, quien, como todos los déspotas, dejó mal amarrada su sucesión y escogió mal al sucesor, sin sopesar debidamente sus virtudes y sus defectos. Y la principal virtud de Maduro, la lealtad de su jefe a todo trance, se convierte en un defecto cuando ya no vive el jefe que da las órdenes.
La culpa del bochinche es de Maduro: perdió las elecciones.
En realidad poco importa si las ganó por unos pocos votos (menos del 2 por ciento) o las perdió por otro tanto. En las circunstancias de radicalización que vive Venezuela era necesario que las ganara o las perdiera de manera contundente e inobjetable. La revolución bolivariana del socialismo del siglo XXI necesita una cabeza sólida e indiscutida, como era la de su fundador. No la de este señor que grita insultos sin convicción y con esfuerzo, y es aplaudido por sus seguidores sin ganas, por necesidad, a falta de otro jefe.
Durante sus años de vida pública, como diputado y presidente de la Asamblea Nacional y luego como ministro de Relaciones Exteriores, Maduro siempre pareció un tipo serio. Un hombre reposado, tranquilo, más bien callado, incluso tímido. No en balde se llama Nicolás: un nombre plácido, pacífico, como de osito de felpa.
Y es grandote, fuerte, gordo, desmañado en el andar, pero sólido de aspecto y en apariencia firme, aunque pareciera no saber muy bien qué hacer con sus manos, curiosamente pequeñitas para su corpachón de luchador, como si fueran de otra persona. Pero desaparecido Chávez, que lo ungió como su heredero casi in artículo mortis, quedó desconcertado como un caballo súbitamente sin jinete. Violentando un poco la Constitución asumió el cargo de presidente encargado y candidato presidencial a la vez.
Y empezó a dar traspiés. Los llantos desaforados al anunciar la muerte del patrón, al cual muchos consideraban cadáver desde bastantes días antes. Los contradictores anuncios sobre su embalsamamiento. Los discursos lanzados a gritos incoherentes. El increíble cuento milagroso de que, mientras oraba (pues dice orar mucho últimamente), se le apareció el alma del comandante Chávez disfrazada de pajarito chiquitico para darle inspiración, y charlaron los dos un rato a silbido limpio.
Pero Maduro no silba bien: carece de la calidez personal, de la simpatía natural que a Chávez le permitía cantar, bailar, tocar el cuatro sin perder la espontaneidad. Maduro, cuando baila –bailó un par de veces durante la campaña electoral– parece un oso amaestrado. Inspira risa: no transmite alegría.
Y se ve francamente ridículo con su sombrero de paja con pajarito incorporado (embalsamado ese sí). Hasta la chompa patriótica tricolor que heredó del difunto parece quedarle grande, pese a su gran tamaño. Y ni siquiera puede ponerse uniforme militar, porque no es militar. No es nada por sí mismo. Ni siquiera parece, como dice que es, “hijo de Chávez”. Como sucesor de un dirigente carismático es incluso peor que Isabelita Martínez de Perón.
¿Y qué anuncia este improbable líder, elegido sin ganas por la mitad aritmética de los votantes venezolanos? Chavismo sin Chávez. Cosa bastante difícil, pues el chavismo era Chávez: no es buena la comparación que se hace con el fenómeno del peronismo, vacío omnívoro capaz de sobrevivir no solo a Perón, sino a la misma Evita, y de reencarnarse en avatares tan distintos como Menem y los Kirchner.
Y cosa más difícil todavía por cuanto va a tener que ser también un chavismo sin petróleo. Porque las reservas siguen siendo inmensas, pero no solo ha mermado en más de un tercio la producción de Pdvsa, la petrolera estatal, y han aumentado sus gastos al doble, sino que el precio del petróleo está bajando considerablemente: si a Chávez le llegaron a tocar precios de más de 150 dólares por barril, los que vienen para Maduro serán de 100 para abajo.
Malos tiempos se anuncian para Venezuela. Porque dice Maduro que tiene con él al pueblo y al Ejército, pero lo cierto es que no es así. Lo del pueblo se vio en los melancólicos resultados de la votación presidencial, y la lealtad de los militares hacia su persona es bastante dudosa. Y no tiene tampoco el petróleo. Es un hombre débil, y en el último mes ha revelado ser además incapaz. Y por incapaz y por débil es un hombre peligroso.
La culpa del desorden es de Hugo Chávez, quien, como todos los déspotas, dejó mal amarrada su sucesión y escogió mal al sucesor, sin sopesar debidamente sus virtudes y sus defectos. Y la principal virtud de Maduro, la lealtad de su jefe a todo trance, se convierte en un defecto cuando ya no vive el jefe que da las órdenes.
La culpa del bochinche es de Maduro: perdió las elecciones.
En realidad poco importa si las ganó por unos pocos votos (menos del 2 por ciento) o las perdió por otro tanto. En las circunstancias de radicalización que vive Venezuela era necesario que las ganara o las perdiera de manera contundente e inobjetable. La revolución bolivariana del socialismo del siglo XXI necesita una cabeza sólida e indiscutida, como era la de su fundador. No la de este señor que grita insultos sin convicción y con esfuerzo, y es aplaudido por sus seguidores sin ganas, por necesidad, a falta de otro jefe.
Durante sus años de vida pública, como diputado y presidente de la Asamblea Nacional y luego como ministro de Relaciones Exteriores, Maduro siempre pareció un tipo serio. Un hombre reposado, tranquilo, más bien callado, incluso tímido. No en balde se llama Nicolás: un nombre plácido, pacífico, como de osito de felpa.
Y es grandote, fuerte, gordo, desmañado en el andar, pero sólido de aspecto y en apariencia firme, aunque pareciera no saber muy bien qué hacer con sus manos, curiosamente pequeñitas para su corpachón de luchador, como si fueran de otra persona. Pero desaparecido Chávez, que lo ungió como su heredero casi in artículo mortis, quedó desconcertado como un caballo súbitamente sin jinete. Violentando un poco la Constitución asumió el cargo de presidente encargado y candidato presidencial a la vez.
Y empezó a dar traspiés. Los llantos desaforados al anunciar la muerte del patrón, al cual muchos consideraban cadáver desde bastantes días antes. Los contradictores anuncios sobre su embalsamamiento. Los discursos lanzados a gritos incoherentes. El increíble cuento milagroso de que, mientras oraba (pues dice orar mucho últimamente), se le apareció el alma del comandante Chávez disfrazada de pajarito chiquitico para darle inspiración, y charlaron los dos un rato a silbido limpio.
Pero Maduro no silba bien: carece de la calidez personal, de la simpatía natural que a Chávez le permitía cantar, bailar, tocar el cuatro sin perder la espontaneidad. Maduro, cuando baila –bailó un par de veces durante la campaña electoral– parece un oso amaestrado. Inspira risa: no transmite alegría.
Y se ve francamente ridículo con su sombrero de paja con pajarito incorporado (embalsamado ese sí). Hasta la chompa patriótica tricolor que heredó del difunto parece quedarle grande, pese a su gran tamaño. Y ni siquiera puede ponerse uniforme militar, porque no es militar. No es nada por sí mismo. Ni siquiera parece, como dice que es, “hijo de Chávez”. Como sucesor de un dirigente carismático es incluso peor que Isabelita Martínez de Perón.
¿Y qué anuncia este improbable líder, elegido sin ganas por la mitad aritmética de los votantes venezolanos? Chavismo sin Chávez. Cosa bastante difícil, pues el chavismo era Chávez: no es buena la comparación que se hace con el fenómeno del peronismo, vacío omnívoro capaz de sobrevivir no solo a Perón, sino a la misma Evita, y de reencarnarse en avatares tan distintos como Menem y los Kirchner.
Y cosa más difícil todavía por cuanto va a tener que ser también un chavismo sin petróleo. Porque las reservas siguen siendo inmensas, pero no solo ha mermado en más de un tercio la producción de Pdvsa, la petrolera estatal, y han aumentado sus gastos al doble, sino que el precio del petróleo está bajando considerablemente: si a Chávez le llegaron a tocar precios de más de 150 dólares por barril, los que vienen para Maduro serán de 100 para abajo.
Malos tiempos se anuncian para Venezuela. Porque dice Maduro que tiene con él al pueblo y al Ejército, pero lo cierto es que no es así. Lo del pueblo se vio en los melancólicos resultados de la votación presidencial, y la lealtad de los militares hacia su persona es bastante dudosa. Y no tiene tampoco el petróleo. Es un hombre débil, y en el último mes ha revelado ser además incapaz. Y por incapaz y por débil es un hombre peligroso.
No le han salido mal, sino catastróficas, las jugadas a Nicolás Maduro en el primer mes y días en que fingió como sucesor del hombre del cual dice le debe, tanto la vida política, como biológica: Hugo Chávez.
ResponderEliminarAfirmaciones, la primera, que pasa sin forceps porque, en efecto, Maduro no era políticamente nadie antes de Chávez, pero que, en cuanto a la segunda, ya es una adulación que raya en el delirio porque entre las edades de Maduro y el difunto presidente median apenas 8 años. Maduro no es otra figura mas de Hugo Chavez, que en este caso los ''chavistas'' piensan que el es su comandante ''Hugo Chavez'', pero no es asi porque al parecer Maduro va a ser peor, y asi venezuela no va a tener un progreso seguro que muchos chavistas dicen que van a tener.
POSITIVO
ResponderEliminarEs cierto que hasta el momento maduro no ha hecho un buen trabajo, al ser presidente de Venezuela, yo creo que muchos de los que votaron por el, están muy decepcionados y cansados de que maduro este en la presidencia, en nada se le puede comparar con Chavez así lo afirma león Dario, a mi parecer maduro tanto como Chavez son iguales de corruptos de ignorantes, a ambos le falta la educación, y la ética por su trabajo, aunque también me lamento por la muerte de Chavez por que aunque los dos son iguales, Chavez era mas comprometido y demostraba mas coherencia e interés por su ciudad.
NEGATIVO
No me gusta que el señor león Dario le eche tantas flores a Chavez, por que no íso mucho que digamos si ayudo pero tenia a los venezolanos como unos arrimados a los cuales les daban todo, ellos ya se estaban acostumbrando a que todo se los daban masticadito y a la mano, Venezuela se combirtio en una ciudad inhabitable llena de arrimados e incapaces de salir adelantes solos que es lo que tienen que ser creativos e independientes.
PD:LUNA VALERIA PUENTE CUESTA GRADO:9°
Debemos agregar a la noticia que este hombre desde muy joven empezo a trabajar como conductor en el Metro de Caracas. Informes de la CIA aseguran que era el conductor con más multas de la compañía. Se convirtió en dirigente sindical llegando a ser miembro de la junta directiva de esa empresa pública. Fundador del nuevo Sindicato del Metro de Caracas. Con este dato podemos agregar que Nicolas Maduro no es un hombre estudiado aunque el ejerció grandes cargos como presidente del parlamento venezolano.
ResponderEliminarMe pareció incorrecto que hable cosas absurdas y sin sentido ya que el siendo candidato para la presidencia debe hablar cosas que motiven a las personas. Y cada persona tiene su manera de pensar y nadie es igual a otra persona ya que todos somos distintos y unicos.
A mi parecer es algo muy tonto que este diciendo que es hijo de Hugo Chávez, por ejemplo miren lo que tiene en Twitter, https://twitter.com/nicolasmaduro , ¿construyendo qué?, si ni siquiera sabe dar un buen discurso. Antes no sé cómo el pueblo venezolano puedo haber votado por él. Lo que más lo destaca son los discursitos tipo Fidel Castro su mentor.
ResponderEliminarEchándole las culpas a estados unidos y a la oposición por el cáncer de Chávez, eso es lo más bajo que ha podido hacer para comerle el cerebro a los fanáticos, y enfrentar a los venezolanos en una guerra civil.
A demás si miramos la diferencia entre Nicolás Maduro y Enrique Capriles es mucha, ya que parece que Nicolás Maduro ni siquiera tuviese estudio, en cambio Enrique Capriles (POLÍTICO – ABOGADO) sí!
Pienso que los venezolanos actualmente están decepcionados en haber escogido un “líder” que al final revela ser incapaz. Todos sabemos que Maduro no ha ejercido un buen cargo, y si no hubiese sido por Hugo Chávez, tampoco estuviese allí.
ResponderEliminarEn mi opinión, pienso que Capriles hubiese sido mejor presidente que Maduro, una de las razones, es porque Maduro no tiene bases solo sigue al chavismo, otra es que al parecer no tiene estudio, ¿Qué pasó? ¿Por qué los venezolanos eligieron a Maduro? La verdad no tengo ni la menor idea, sabiendo que en el pequeño lapso de tiempo que Maduro tuvo en reemplazo de Hugo Chávez, aumentaron los homicidios y violencia.
Tal y como lo he dicho anteriormente, Maduro tiene la posibilidad de modificar el comportamiento socioeconomico del país hacia un lado positivo o hacia un lado negativo.
ResponderEliminarHasta el momento lo que ha demostrado Maduro, es falta de liderazgo y desempeño, algo que es muy importante a la hora de ejercer un cargo como estos, y mas aun en un país como el de Venezuela, que esta pasando por una situación grave y necesita de buenos diligentes, donde la gran mayoría de sus habitantes están inconformes con las elecciones, se presentan rivalidades políticas, hay poco desarrollo en cuanto a industria, entre otros aspectos que hacen que este país se encuentre en una situación critica.
Malos tiempos se anuncian para Venezuela, si no se toman medidas y decisiones a tiempo.
Desde otro punto de vista, puedo agregar que a pesar de todo el dinero que tiene Venezuela, están lejos pero bien lejos de tener una sociedad justa, unida y progresista.
pienso que la actitud de Maduro es inmadura, ¿por qué intenta convencer al pueblo inventando cuentos de pajaritos?, quizá Maduro podría tener una oportunidad pero resulta que esta acostumbrado a ser guiado y no a guiar, y si el pueblo venezolano lo eligió algo de lo que se duda, fue por Hugo Chavez, no por él.
ResponderEliminarNo se como seria Venezuela con Capriles al poder, pero se que Venezuela con Maduro no va a estar en sus mejores tiempos.
No me parece que Chavez merezca tantas flores ya que pues para muchos es catalogado "santo" pero a la vez para otros es lo contrario, y en la noticia anterior se presenta un sentimiento chavista que no comparto
En resumen, lo que vemos en Venezuela es el lamentable. Está surgiendo el final de un país que sucumbe al comunismo, pues jamás entregarán el poder, además está muy comprobado que aún con todo el dinero que tiene Venezuela, están lejos pero bien lejos de tener una sociedad justa, unida y progresista. Si un sistema comunista como Venezuela no llega a un modelo de una sociedad sostenible y en paz entonces es hora de pensar en otra solución: "Acabar con la corrupción más no hacer alarde y elogiar a los comunistas".
ResponderEliminarLa situación actual de Venezuela tanto social como políticamente es muy lamentable, pues creo que se está viviendo una instabilidad que se veía venir si ganaba Maduro, Venezuela desde hace muchos años estaba viviendo en un país comunista y queriendo seguir el mismo camino de Cuba, primero un hombre populista elegido por las personas de bajos recursos de Venezuela porque los había acostumbrado a que les diera prácticamente todo, acostumbrando al pueblo a ser mediocre y no luchar por lo que se quiere, Maduro un hombre que tal vez no tiene ningún estudio es decir que no está preparado para dirigir un país, teniendo el ejemplo de Chávez y pienso yo con un alto índice de mediocridad y falta de raciocinio. Pienso que es incierto lo que se viene para Venezuela pues no se sabe que podrá mejorar y que podrá en empeorar en el gobierno de Maduro, esto solo se sabrá en los 6 años de gobierno de Maduro , lo demás serán solo rumores.
ResponderEliminarAspecto positivo
ResponderEliminarLa gran mayoría sabe que Maduro es un mal gobernante según lo que ha demostrado y como no lo han dado a conocer. Pero en esta parte, para mí lo importante, es el hecho de que los medios de comunicación se atrevan a decirlo, se atrevan a dar su opinión y no quedarse callados y ser sumisos a lo que el gobierno o los altos cargos digan, ya que muchas veces los medios de comunicación son manejados por las personas que tienen tanto el poder como el dinero para hacerlo y así ocultan la verdad ante toda una nación, además no solo el hecho de que se atrevan a decirlo, si no la opinión que contiene este articula, con la cual muchas personas, creo yo, se sienten identificadas.
Aspecto negativo
Como aspecto negativo tenemos que Venezuela no cuento con una persona apta para dirigirla, que tenga el criterio y la capacidades necesarias para poder manejarla la crisis que está presentando hoy en día, desde todos los ámbitos, desde la economía hasta la seguridad que se ven afectados día a día por la mala administración de un país regido por una persona, como lo dice en el articulo débil, y por otro lado ha revelado ser además incapaz. Y por incapaz y por débil es un hombre peligroso, quien no es autosuficiente para tomar las riendas y llevar el pueblo a la gloria.
Lamentablemente Venezuela sigue en el mismo papel, de un país que tiene dirigentes ignorantes y débiles de personalidad. En realidad no sé por qué tantas personas le votaron a maduro. La verdad es que quieren seguir siendo un país mantenido, que tiene que sobrevivir s las costillas del gobierno porque este les da todo en bandeja de plata.
ResponderEliminarMaduro esta haciendo un papel de ridículo. Creo, que esta enchapado a la antigua, y no busca forma modernas de encabezar el estado. En realidad, intenta ser imitador del ex general Chávez, pero en realidad es la representación de un arrogante que muestra solamente su faceta fuerte al pueblo, pero en realidad es débil de espíritu, y necesita un bastón para camina. Es un imbécil, que no tiene conciencia (Ética para amador), no es un emprendedor, porque necesita de las ideas de otro para levantarse. Pretende que imitando a Chávez obtendrá una fama similar, pero en realidad no busca otras alternativas, es en realidad un mediocre, porque no busca l originalidad. En realidad es esclavo de el mismo.
Simplemente somete a otros porque se siente inseguro
Lamentablemente la situación en Venezuela es muy similar a la de nuestro país,ya que tanto en Venezuela, como aquí, no hay partidos políticos que tengan un plan coherente y posible para sacarnos de la desgracia en que vivimos.
ResponderEliminarPor otra parte puede darse el caso que un mediocre candidato llegue a ser un excelente presidente. Esperemos que este sea el caso de Maduro por el bien de nuestro vecino y hermano país Venezuela.
Creo que muchos nos hemos podido dar cuenta de que Venezuela se convirtió en una ciudad inhabitable llena de incapaces de salir adelantes solos, en lugar de innovadores e independientes. Nicolás Maduro no es un hombre estudiado, no es nadie a comparación de Chávez porque él almenos podía tener a todo un pueblo feliz y tenía el poder del convencimiento. En realidad muchos de los que votaron a su favor saben que él no cuenta con las capacidades para hacerlo, sin embargo la presión y manipulación que los abordaba hicieron que eligieran a una persona con pocas bases No me parece correcta la manera a la que se refieren a Maduro en esta noticia pues los criterios con los que están evaluando las capacidades de dirigente de Maduro son un tanto ridículos, si continuamos como estamos se seguirá con la misma "igualdad social" que se venía manejando en el gobierno pasado con los bajos costos, la deuda externa, y la privatización.
ResponderEliminara mi parecer, maduro se ha puesto el mismo en el poder diciendo que chavez estaba con el en todo momento hasta después de su muerte, y que con el ha compartido toda su vida, lo cual lo lleva a engaños y fracasos que posiblemente pueda desarrollar o ejercer mas adelante en su mandato, pienso que si maduro no se siente con capacidad de ejerces el poder con sabia desición, que entregue el poder a alguien que si se sienta en la capacidad de lograrlo, ademas de que no exciste solo el quien tiene argumento balidos para ejercer esta cargo.
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