La polémica columna de Fernando Londoño
REDESEl artículo de opinión, publicado en 2006 en ‘El Colombiano’, ha causado controversia en redes sociales.
La controvertida figura del exjefe de las AUC Carlos Castaño fue el tema de una
columna del exministro del Interior -durante el mandato de Álvaro Uribe-
Fernando Londoño Hoyos, publicada hace poco más de siete años en el diario El
Colombiano de Medellín.
Aún no es claro el por qué se revivió esta pieza de opinión en las redes sociales, pero el impulso que le han dado varios medios de comunicación la ha convertido en uno de los contenidos que se ha convertido en tendencia (que más popularidad tiene) desde el domingo entre los tuiteros colombianos. Este es el texto:
Lo que murió con Castaño
Hace mucho tiempo supimos que Carlos Castaño había sido asesinado por los sicarios de las autodefensas. Ahora sabemos que lo mató su propio hermano -la vieja historia de Caín y Abel, otra vez- quiénes fueron los verdugos y en cuáles atroces condiciones cumplieron su encargo siniestro. Lo que hoy corresponde examinar es otro asunto bien distinto, y de mucha mayor entidad, a saber, qué murió con Carlos Castaño.
Las autodefensas existen porque existe la guerrilla marxista, valga decir, el ataque. Esa perogrullada suele pasarse por alto, y no por accidente. En su origen, están, pues, atadas a dos hechos fundamentales: el oprobioso vejamen al que estaban sometidos los campesinos colombianos, y la ineptitud del Estado para garantizarles la vida, la honra y los bienes, que es exactamente aquello para lo que el Estado existe.
Pero las cosas se complicaron, por donde peor complicadas pudieran verse. Y es que aparecieron en la escena de nuestra tragedia los mafiosos, disfrazados de campesinos. Lo mismo que andaban en las selvas celebrando con la guerrilla la más vil de las alianzas posibles, ahora aparecían en las zonas agrícolas más ricas, posando de hacendados y de mártires. Para defender el producto de sus ganancias miserables, se tomaron las organizaciones que los campesinos habían montado para ejercer el sagrado derecho a defenderse. Y así quedó planteada nuestra desventura: la guerrilla era fuerte por el auxilio de la cocaína, y las autodefensas se hicieron fuertes por la cocaína. En el fondo, esa sería la guerra entre hijos de la misma despreciable madre, auspiciada por la ineptitud del Estado para hacer lo suyo.
Quien tenga alguna duda sobre este planteamiento puede recordar el reportaje que Carlos Castaño le concedió a Claudia Gurisati, uno de los documentos periodísticos más importantes que se hayan producido en Colombia. Carlos Castaño, intelectual hecho a pulso, en el desorden metodológico y conceptual que puede suponerse, era la ortodoxia plena de las autodefensas originales, que de mal grado admitían valerse del narcotráfico, y solo como de un instrumento indispensable para sobrevivir. Pero que no perdían y no querían perder el norte de su naturaleza política antisubversiva y anticomunista.
Pero el dinero es mal aliado, hasta de las causas más limpias. Y además es poderoso y capaz de envilecerlas y de dominarlas. Que fue lo que pasó con las autodefensas, que se convirtieron de señoras en siervas, y trocaron su vocación política por su concupiscencia por la riqueza fácil. Y ahí se armó la gresca entre los que en medio de los excesos y contradicciones de las autodefensas no querían renunciar a su sentido prístino, y los que preferían convertirlas en mafias fabulosamente rentables.
Lo que murió con Carlos Castaño fue el significado político de las autodefensas, su sentido como medio para enfrentar las Farc y sostener el derecho de propiedad en el campo y con ese derecho una manera de concebir la vida. Los que mataron a Castaño querían recoger el legado detestable de Pablo Escobar, de quienes fueron amigos y servidores algunos de los que hoy se llaman, tan injustamente, paramilitares.
Cuando en los acuerdos de paz se toleraron los mellizos, los bernas, los macacos y valoyes, la suerte quedó echada. Y cuando se olvidó proponer como condición primera y esencial la entrega de la droga, sus caminos, sus medios, sus cómplices, para acceder a un beneficio jurídico cualquiera, se abrieron las compuertas del desastre. Castaño murió físicamente, Ernesto Báez ha sido silenciado y Mancuso pareciera ser el próximo Castaño. Mientras los cultivos de coca subsisten, los laboratorios pululan y nadie toca las desafiantes riquezas de los supuestos negociadores de la paz, que apenas son delincuentes horrorosos en busca de impunidad.
Castaño murió. Ya lo sabíamos. Es hora de que resucite su elemental pero preciso ideario, la única manera de recuperar el alcance y la legitimidad de la paz que se viene discutiendo.
Aún no es claro el por qué se revivió esta pieza de opinión en las redes sociales, pero el impulso que le han dado varios medios de comunicación la ha convertido en uno de los contenidos que se ha convertido en tendencia (que más popularidad tiene) desde el domingo entre los tuiteros colombianos. Este es el texto:
Lo que murió con Castaño
Hace mucho tiempo supimos que Carlos Castaño había sido asesinado por los sicarios de las autodefensas. Ahora sabemos que lo mató su propio hermano -la vieja historia de Caín y Abel, otra vez- quiénes fueron los verdugos y en cuáles atroces condiciones cumplieron su encargo siniestro. Lo que hoy corresponde examinar es otro asunto bien distinto, y de mucha mayor entidad, a saber, qué murió con Carlos Castaño.
Las autodefensas existen porque existe la guerrilla marxista, valga decir, el ataque. Esa perogrullada suele pasarse por alto, y no por accidente. En su origen, están, pues, atadas a dos hechos fundamentales: el oprobioso vejamen al que estaban sometidos los campesinos colombianos, y la ineptitud del Estado para garantizarles la vida, la honra y los bienes, que es exactamente aquello para lo que el Estado existe.
Pero las cosas se complicaron, por donde peor complicadas pudieran verse. Y es que aparecieron en la escena de nuestra tragedia los mafiosos, disfrazados de campesinos. Lo mismo que andaban en las selvas celebrando con la guerrilla la más vil de las alianzas posibles, ahora aparecían en las zonas agrícolas más ricas, posando de hacendados y de mártires. Para defender el producto de sus ganancias miserables, se tomaron las organizaciones que los campesinos habían montado para ejercer el sagrado derecho a defenderse. Y así quedó planteada nuestra desventura: la guerrilla era fuerte por el auxilio de la cocaína, y las autodefensas se hicieron fuertes por la cocaína. En el fondo, esa sería la guerra entre hijos de la misma despreciable madre, auspiciada por la ineptitud del Estado para hacer lo suyo.
Quien tenga alguna duda sobre este planteamiento puede recordar el reportaje que Carlos Castaño le concedió a Claudia Gurisati, uno de los documentos periodísticos más importantes que se hayan producido en Colombia. Carlos Castaño, intelectual hecho a pulso, en el desorden metodológico y conceptual que puede suponerse, era la ortodoxia plena de las autodefensas originales, que de mal grado admitían valerse del narcotráfico, y solo como de un instrumento indispensable para sobrevivir. Pero que no perdían y no querían perder el norte de su naturaleza política antisubversiva y anticomunista.
Pero el dinero es mal aliado, hasta de las causas más limpias. Y además es poderoso y capaz de envilecerlas y de dominarlas. Que fue lo que pasó con las autodefensas, que se convirtieron de señoras en siervas, y trocaron su vocación política por su concupiscencia por la riqueza fácil. Y ahí se armó la gresca entre los que en medio de los excesos y contradicciones de las autodefensas no querían renunciar a su sentido prístino, y los que preferían convertirlas en mafias fabulosamente rentables.
Lo que murió con Carlos Castaño fue el significado político de las autodefensas, su sentido como medio para enfrentar las Farc y sostener el derecho de propiedad en el campo y con ese derecho una manera de concebir la vida. Los que mataron a Castaño querían recoger el legado detestable de Pablo Escobar, de quienes fueron amigos y servidores algunos de los que hoy se llaman, tan injustamente, paramilitares.
Cuando en los acuerdos de paz se toleraron los mellizos, los bernas, los macacos y valoyes, la suerte quedó echada. Y cuando se olvidó proponer como condición primera y esencial la entrega de la droga, sus caminos, sus medios, sus cómplices, para acceder a un beneficio jurídico cualquiera, se abrieron las compuertas del desastre. Castaño murió físicamente, Ernesto Báez ha sido silenciado y Mancuso pareciera ser el próximo Castaño. Mientras los cultivos de coca subsisten, los laboratorios pululan y nadie toca las desafiantes riquezas de los supuestos negociadores de la paz, que apenas son delincuentes horrorosos en busca de impunidad.
Castaño murió. Ya lo sabíamos. Es hora de que resucite su elemental pero preciso ideario, la única manera de recuperar el alcance y la legitimidad de la paz que se viene discutiendo.
Carlos Castaño, ha sido el máximo jefe paramilitar de las AUC(Autodefensas Unidas de Colombia), quien en la década de los 80´s, fue un gran aliado de el mayor narcotraficantes de Colombia en la historia y uno de los mayores narcotraficantes del mundo entero en el hambito de las armas y el trafico de estupefacientes o drogas como la cocaína, la marihuana y otras. Este hombre fue alguien crucial para la protección de Escobar, por que manejaba una buena cantidad de hombres armados o de la guerrilla que le ofrecían una seguridad al gran narco Colombiano.
ResponderEliminarEn esta noticia, también nos hablan que Castaño sra remplazados por Salvatore Mancuso o "el Mono Mancuso", como se le es llamado popularmente. Ademas de esto, tambien nos hablan que a Castaño lo mato su hermano-la trágica y la vieja historia de Caín y Abel, otra vez-, yo la verdad pienso que eso no es así, porque el cadáver de Castaño, supuestamente, no fue encontrado, entonces no hay pruebas contundentes de que digan que fue el hermano; pienso en otra posibilidad en la cual, los de menos rango en las AUC, hayan planeado un asesinato en el cual su objetivo era Castaño y solo lo harían por el poder, el dinero, las armas o, algún proceso de desmovilización planteado por el gobierno.
En conclusión, y para finalizar, creo que es muy positivo que este paramilitar haya muerto, porque gracias a esta muerte, se acabaron las AUC, o al menos ya no funcionan como institución o grupo armado, sino como Bacrim(bandas Criminales; aparte de esto, se acabo el narcotrafico un poco, o al menos fue disminuido. Pero también es un negativo, porque Hoy en día, muchos políticos corruptos de este país, están sueltos algunos y ellos tenían nexos con estas personas para adquirir mayor votaciones o dinero para sus campañas; y otros que están presos por estos nexos justamente o injustamente, es decir, que si lo hubieran cojido preso a Castaño, se aclararían muchos procesos judiciales de muchas personas, en su mayoría políticos.
comparto tu opinión, porque con el fin de las AUC si bajo el narcotrafico, pero lastimosamente la corrupción perdura, algunas personas siguen sin responder por sus delitos y otras organizaciones han tomado el mando del expendio de drogas, me parece que sigue la misma historia pero con otros personajes, lastimosamente.
Eliminarteniendo en cuenta que este hombre carlos castaño fue o se consolidó como líder de los grupos de auto-defensa al tomar el mando de las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá (ACCU) después de la muerte de su hermano Fidel Castaño, que había sido su fundador. Las ACCU era una unidad paramilitar de colombianos que se autoidentificaban con la "Colombia profunda",[cita requerida] que ejecutaba sus acciones militares atacando diréctamente los bastiones o "frentes" establecidos por la izquierda, allí donde el Ejército colombiano.
EliminarFRANCY ROCIO CUSPOCA CABRA
Me parece bueno tu aporte Granados, con la muerte de este personaje no habrá un avance por lo menos hasta ahora por la perdida de un líder.
EliminarAunque como siempre se ha visto que un grupo, puede perder su líder pero sin embargo siguen consiguiendo para ellos un nuevo líder y esto sigue su rumbo, es cierto que esto pueda parar pero quizá sera temporalmente.
pienso que es muy cierto lo dicho por FERNANDO LONDOÑO, el dinero, o mas bien la avaricia y la ambición cambiaron todos los ideales propuestos por las autodefensas, ya que en un principio buscaban ayudar al pueblo colombiano haciendo valer sus derechos, sobre todo de los campesinos ya que las primeras autodefensas eran precisamente de campesinos que buscaban ser escuchados por el gobierno, esos ideales se fueron cuando llego el dinero, y ahora ya no ayudaban al pueblo tal y como se lo habían propuesto si no que en realidad lo destruyen.
ResponderEliminarpara mi lo positivo de esta noticia esta en que se cuenta la verdadera historia de las autodefensas colombianas, se da a conocer esa trágica historia que tiene como villano dinero y el poder pero a la vez es lo negativo porque lastimosamente estas personas no supieron darle prioridad a sus ideales, y poner una determinación a su organización.
Estoy de acuerdo con usted señorita fransheska, lo mismo le sucedió a la guerrilla que nació con el propósito de defender al pueblo, sin embargo esta tuvo razón de ser hasta que se contamino del narcotráfico, extorsiones, secuestros con la ambición de dinero.
Eliminarprincipalmente hay que tener en cuenta que fernando Londoño es un abogado, economista y político colombiano miembro del Partido Conservador Colombiano. Fue Ministro de Interior y Justicia de 2002 a 2004 durante el primer periodo de gobierno del presidente Álvaro Uribe (2002-2006). Trabaja como director del programa de radio La Hora de la Verdad en la Cadena Súper de Colombia y como columnista de los diarios El Tiempo, El Colombiano y La Opinión, muy conocido por el escándalo de Invercolsa.
ResponderEliminary por esta razón a tenido varia influencia esa publicación en las redes sociales.
en cuanto en esta. carlos castaño Fue un jefe paramilitar colombiano, máximo líder de las AUC (Autodefensas Unidas de Colombia), grupo terrorista que aglutinaba varios grupos irregulares armados al margen de la ley y que estaban estrechamente ligados al tráfico de drogas. Y por esta razon impone varias cosas importantes a nivel sociocultural.
FRANCY ROCIO CUSPOCA CABRA
Ante todo vale la pena recalcar que las autodefensas sé crearon por gracia y ventura con un ideario político que desafortunadamente se perdió en el tiempo infundidas por el dinero fácil y el narcotráfico. Su mayor error fue haber perdido su orientación inicial y haberse puesto a la misma altura que los bandidos de la guerrilla dejando su valiosa perspectiva.
ResponderEliminarcomo aspecto positivo de lo puesto anteriormente, nos podemos dar dé cuenta de la realidad de nuestro país, de cómo organizaciones con ideales muy buenos dejan todo por la ambición de dinero, un claro ejemplo las autodefensas.
A partir de la aparición de Carlos Castaño se modificó el conflicto social del país, no del todo, pero se empezaron a ver grandes cambios, cambios generados por la ambición del dinero proveniente del narcotráfico, la ambición de poder de los actores del conflicto, que son las guerrillas, las autodefensas, los políticos, entre otros.
ResponderEliminarLa inoperancia del estado frente a los demás actores, motiva la aparición del conflicto en razón al poder que les da el dinero del narcotráfico, por eso Castaño representa en sus inicios el ideal del respeto por el campesino y sus propiedades.
Con la muerte de Castaño, desaparecen estos ideales se imponen la ambición de poder de la guerrilla y las autodefensas que junto con los políticos confluyen en el problema social en el que vivimos.
Lo malo de todo esto es que podemos apreciar que en la actualidad la política del país no tenga en cuenta el pasado horroroso que significa la guerra generada por el narcotráfico, la guerrilla y las autodefensas, si el país aprendiera de todas aquellas situaciones pasadas tan dolorosas podríamos tener un mejor futuro en donde el respeto por el otro conlleva a la paz generando prosperidad y trabajo.
En su momento la gente malinterpretó un poco mal la publicación de Londoño, en realidad la finalidad de esta era demostrar a las personas que el asesinato de Carlos Castaño Gil no era del todo beneficioso, pues inicialmente tenía propósitos buenos, que eran defender los derechos de la propiedad del campo. pero actuó posteriormente dejándose influir por el dinero y el poder lo cual lo llevo a desviarse por el narcotráfico y fuerzas paramilitares. Irónico que tratando de ayudar terminase generando más daño.
ResponderEliminaresta vieja noticia es muy reconocida gracias la muerte de uno de estos ex-paramilitares, como lo es la de Carlos Castaño quien comenzó a combinar labores agrícolas y ganaderas con actividades de narcotráfico al amparo del capo Pablo Escobar, Carlos Castaño Gil hizo parte de un primer grupo de la organización paramilitar liderada por su hermano Fidel, conformada para hacer frente a los continuos hostigamientos por parte de las Farc, guerrilla a la que nunca perdonarán el hecho de haber asesinado al padre del clan, Jesús Antonio Castaño González, tras recibir el pago por su rescate en 1981.De temperamento grandilocuente y dado a hablar más de la cuenta, Carlos Castaño permanecerá a la sombra de su hermano hasta que Fidel, o Rambo, muere a manos de una facción de la disidencia de la guerrilla del Epl, ocurrida en 1994 en extrañas circunstancias, y tras librar una guerra a muerte con el cartel de Medellín en la que al parecer contribuyen a dar con el paradero de Escobar y el posterior desmantelamiento de la organización criminal, gracias a la conformación de los autodenominados Pepes, o Perseguidos por Pablo Escobar; y demás sucesos que ha llevado a cavo Carlos Castaño, finalmente comienza a intentar una negociación directa con el gobierno de los Estados Unidos, con la que una facción de la organización volcada de lleno al tráfico de estupefacientes liderada por su hermano Vicente no está de acuerdo y al parecer sería el motivo para que se ordenara su ejecución en abril del 2004 en una finca cercana a Santa fe de Antioquia, conforme a la versión que sobre el particular rindiera Jesús Ignacio Roldán Pérez, alias "Monoleche".Versión que sería ratificada de manera oficial de acuerdo a pruebas morfológicas y de ADN hechas por el Cuerpo Técnico de Investigaciones (CTI) de la Fiscalía, dadas a conocer el 4 de septiembre de 2006, durante la dirección del fiscal Mario Iguarán Arana, con las que se cerraba uno de los capítulos más trágicos y violentos en la historia reciente del país; en mi opinión, hubo falta de implementación de búsqueda hacia estos ex paramilitares, lo cual, podríamos decir que produjo todos estos sucesos trajicos para Colombia.
ResponderEliminarParece ser que el hecho de que en el momento actual de nuestra televisión crear novelas con los personajes mas peligrosos y tristemente mas conocidos de nuestro país por el daño que hicieron a tantas personas como el desplazamiento forzado, las tremendas masacres a campesinos y los atentados así como la mala imagen al exterior de nuestro país hace que se vuelva a hablar de estos individuos y estas noticias sobre los paramilitares y narcotraficantes sean leídas e impresas nuevamente, teniendo en cuenta que poco ha cambiado la situación de nuestro país a pesar de que haya habido entrega de armas y desmovilizados por parte de los paramilitares, o capturas de grandes capos del narcotrafico, ya que siguen presentándose los mismos paramilitares con otros nombres como las bacrim cometiendo los mismos delitos, y saber que el inicio o el ideal de estos ejércitos paramilitares era precisamente ir paralelo ala función de los militares en cuanto a la eliminación de la guerrilla, disminuir el desplazamiento de los campesinos las extorsiones e impedir que las tierras fueran ocupadas por guerrilleros y que al final como dice el articulo del ex ministro Fernando Londoño terminaron contaminadas por la ambición al poder y al dinero fácil, al igual que los narcotraficantes siguen tan campantes paseándose por las ciudades y los campos de nuestro país, por lo tanto muy poco ha cambiado desde la muerte de Carlos Castaño fundador del para militarismo, ahora nos toca esperar que los diálogos de Paz en la habana sean una realidad para lograr la paz en nuestro país, o en el peor de los casos sea para agudizar mas el conflicto.
ResponderEliminarPD: Valentina Castellanos noveno